Marta Minujin infla una escultura
multicolor donde pedir deseos
De lejos parecen caramelos gigantes que flotan sobre el césped; de cerca, grandes globos multiformes superpuestos, que ofrecen la ilusión de traducir los deseos de los humanos en el lenguaje de canarios, ruiseñores, pechitos colorados, golondrinas o calandrias. La Escultura de los deseos, de 15 metros de altura, que Marta Minujín inaugura hoy, a las 12, en la Plaza Perú (Av. Figueroa Alcorta y Salguero), es su primera creación totalmente inflable. Y a ella, una exponente del arte contemporáneo argentino a nivel global, con más de medio siglo de trayectoria, esta obra la tiene fascinada.
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