Alberto Corazon vuelve en busca del Arte Primitivo
Alberto Corazón (Madrid, 1942) es un todo terreno de la creación en España. Ha diseñado libro, carteles, portadas, objetos cotidianos como sillas, lámparas e incluso un teléfono (el Domo para Telefónica); y logotipos tan populares y reconocibles como el de Renfe, la ONCE, Sgae, la editorial Anaya o la Biblioteca Nacional. Su faceta de pintor y escultor es menos conocida (aunque la practica desde hace años y con la misma constancia). Quizás porque como él mismo señala:
"En los 70 me di cuenta de que este país es muy mezquino con el éxito. Si tienes éxito, tienes que manejarlo con cuidado y lo que ya no se acepta de ninguna forma es que se tenga en dos facetas". Sea como sea y piensen lo que piensen, él sigue ejerciendo sus labores de artista plástico. Sus últimos trabajos ven ahora la luz y por poco tiempo (tan solo hasta el próximo 6 de enero) en la galería Marlborough de Madrid. Bajo el título Despojarse se exhiben cerca de 40 pinturas y una escultura. Para su creación, el creador se ha retrotraído a los orígenes de la Historia del Arte y se ha inspirado en las pinturas de las cuevas prehistóricas.
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