La llaman arquitectura viva porque responde a la interacción de los espectadores con luz y sonido. Se trata de la instalación Astrocyte: un espacio inmersivo que desafía a la estructura y al movimiento en la era digital.
Creado por The living architecture systems group (LAS) en colaboración con artistas, científicos, diseñadores e ingenieros, es una réplica de un astrocito, las células más numerosas del sistema nervioso central y también las más diversas.
El equipo liderado por Philip Beesley diseñó esta enorme instalación con más de 300 mil componentes: una sinfonía de acrílico, frondas de mylar, sensores electrónicos, luces impresas en 3D, químicos inorgánicos y vidrios personalizados. |Fotografía vía Philip beesley y Alex Willms.
Esto es una mezcla de arte con tecnología, sería todo un placer poder observarla en vivo
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